Fueron noches de búhos y lechuzas.
Corríamos el pasillo desde la cocina hasta la sala. Abríamos la puerta, y nos lanzábamos sobre una pequeña butaca a la izquierda, junto a un mueble lleno de libros. Luz amarilla. Buscábamos el mismo libro, la misma página, aquel sonido nocturno del jardín.
Y los días eran humo. Buganvilia y magnolio.
Entonces debió comenzar algo que no logro recordar, o que desconozco. Una excavación. Tierra y cortezas de raíz bajo las uñas. El sudor de la humedad, el frío. La multiplicidad de las crasas. La aparición del dolor en las palabras. La expansión.

Comenzar cuando ya ha comenzado. La reunión de todo, la enumeración, la acumulación, el vaciamiento. La imagen, la palabra, la idea. Recorrer el tiempo, regresar al comienzo.
Habitar la expansión.