Es este cansancio.
La extrañeza de no soportar el peso de las muñecas.
Plomo, voz sumergida, cuerpo.
Hoy ha temblado la tierra y una tensión desconocida ha sacudido ese instante entre los márgenes de lo mínimo. Ser pequeño en todo esto, nada en el epicentro del dolor, en el origen. Ser culpa y ser frustración. Alejarse.
¿Acaso es posible la escala, la distancia, la magnitud?
Hoy el temblor, el fenómeno del meteoro y el choque de los murciélagos en esta gruta.
Y las formas múltiples de tu mirada,
el equilibrio.